Trastorno disfórico premenstrual
El Trastorno Disfórico Premenstrual (TDPM en adelante) es un trastorno que se presenta en algunas mujeres durante el ciclo menstrual y se caracteriza por una variedad de síntomas graves que interfieren significativamente en su vida diaria.
Estos síntomas pueden clasificarse en físicos, emocionales y cognitivos.
Veamos algunos ejemplos:
Dolor de cabeza, dolor muscular y articular, hinchazón o sensación de distensión abdominal, dolor en las mamas, fatiga o falta de energía, problemas para dormir, cambios en el apetito o en los antojos de comida, aumento de peso, acné o piel grasa.
Tristeza o llanto fácil, ansiedad o tensión, irritabilidad o enojo, sensibilidad emocional excesiva, sentimientos de desesperanza o desesperación, pérdida de interés en actividades cotidianas, aislamiento social, pensamientos negativos recurrentes.
Estos síntomas se producen con un carácter cíclico: aparecen exclusivamente en el periodo que va desde la ovulación hasta la menstruación.
Aunque los síntomas son similares a los del síndrome premenstrual (SPM), el TDPM es mucho más grave y puede afectar significativamente la calidad de vida de una mujer.
A diferencia del SPM, que es más común y afecta a la mayoría de las mujeres en algún grado, el SPM solo afecta a una pequeña proporción de mujeres, aproximadamente el 3-8% de las mujeres en edad reproductiva.
¿Cuál es la causa del TDPM?
En cuanto a la causa del TDPM, no existe aún consenso entre la comunidad de profesionales de la salud ni en la investigación científica, existen 2 enfoques para explicar su origen.
Uno de ellos sostiene que el origen estaría relacionado con cambios en la química del cerebro y la sensibilidad a las hormonas sexuales femeninas durante el ciclo menstrual.
Desde este enfoque, el tratamiento pasaría por abordar aspectos cotidianos como la alimentación, el deporte, la calidad de sueño, etc., así como medicaciones específicas para abordar los síntomas: antidepresivos ISRS, píldora anticonceptiva, analíticas para detectar la presencia de otras afecciones que agraven los síntomas, y como última opción cuando no funcionan las anteriores, agonistas de la hormona liberadora de gonadotropina.
El otro enfoque sostiene que el origen es orgánico, tratándose de un origen infeccioso-inflamatorio.
Desde este enfoque, el tratamiento pasaría por solucionar esa infección / disbiosis y la inflamación. El tratamiento combina técnicas médicas con abordaje nutricional.
¿En qué te puede ayudar el psicólogo si tienes TDPM o SPM?
Por una parte, elaborar un diagnóstico preciso es clave para empezar el tratamiento. Un psicólogo con la formación adecuada te ayudará con esto.
Por otro lado, la carga emocional en el TDPM es tan grande que resulta incapacitante para la vida cotidiana: la alta irritabilidad y rabia suele desembocar en conflictos con pareja, amigos, familia, compañeros, etc..
La tristeza es altamente limitante e impide disfrutar de las cosas del día a día, el desasosiego y la desesperación se hacen insostenibles.
De esta manera, aunque el tratamiento deba de ser holístico, el psicólogo juega un papel fundamental en el acompañamiento de los síntomas emocionales de las mujeres que padecen este trastorno.
Mientras que se realiza el tratamiento para erradicar la sintomatología, el psicólogo pude acompañar para enseñar a la mujer a que aprenda a lidiar con sus síntomas y evitar conflictos interpersonales y consecuencias negativas en su vida diaria derivadas del TDPM.
No dudes en contactar conmigo, te ayudaré con los síntomas.