Reparación trauma con EMDR​

Reparar y sanar

¿Alguna vez te has dado cuenta de que no puedes reaccionar como te gustaría ante una determinada situación y no sabes muy bien por qué? 

¿O qué te afectan determinadas cosas más de lo que consideras que deberían afectarte? 

¿O qué hay una situación de la que no consigues salir?

La respuesta está en tu pasado: en algún momento viviste experiencias que, de alguna manera, aún siguen sin “digerirse” y estás reaccionando “en diferido”. Probablemente, no sepas de qué situaciones se trata, probablemente no las tengas identificadas, pero tu cerebro sí sabe cuáles son y aún a día de hoy sigue peleándose con ellas.

Con EMDR, también podemos trabajar para reparar el daño que dejan este tipo de vivencias.

Entiendes que ciertos momentos de tu pasado te siguen afectando a día de hoy, pero no logras que dejen de hacerlo. Y es que, entender es parte clave del proceso de sanar, pero resolver y digerir es la otra clave.

Concepto del optimismo con flores

¿Qué es el EMDR?

El EMDR (Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares, por sus siglas en inglés) es una terapia ampliamente respaldada por la investigación científica y recomendada por la Organización Mundial de la Salud que te ayudará a superar y reparar el daño que te ha dejado tanto una experiencia grave como una experiencia aparentemente menor.

Con EMDR puedes lograr resolver y liberarte de esa situación del presente que te está generando malestar y restando calidad de vida, así como prevenir que vuelva a ocurrirte en el futuro.

El EMDR se basa en la idea de que las experiencias negativas pueden quedar atrapadas en el cerebro, causando síntomas como ansiedad, depresión, flashbacks, miedo o bloqueos ante determinadas situaciones, reaccionar con más rabia de la que te gustaría, perpetuación de relaciones tóxicas, trastornos alimentarios, y un largo etcétera.

¿Cómo te puede ayudar?

Durante una sesión de EMDR, guío a mi paciente a través de ejercicios que involucran movimientos oculares, sonidos o toques táctiles. Estos estímulos sensoriales ayudan a procesar la experiencia y a liberarla de tu sistema nervioso.

En definitiva, trauma sin resolver se refiere a todas aquellas experiencias negativas (graves o leves) que se han quedado “atascadas” en tu cerebro de una u otra manera. Con EMDR resolvemos esto para que alcances la paz y la libertad en tu presente y tu futuro.

Otra ventaja de la terapia EMDR es que no solo es altamente eficaz, sino también rápida en comparación con otras terapias también altamente eficaces.

Por otro lado y como ya habrás podido deducir, EMDR no se centra solo en tratar los síntomas (lo que te molesta actualmente) sino que va también a la raíz del problema, lo cual ayuda a producir cambios duraderos en el tiempo y acelerar el proceso de mejoría.

María Rodríguez Avatar Psicóloga
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