¿como puedo cuidarme

La influencia del diálogo interno: explicación y ejercicios.

0Comment(s)

Un diálogo interno sano, es quererte bien.

 ¿Cómo te hablas a ti mism@?

 ¿Eres casi todo el tiempo amable y comprensiva contigo? ¿O te sueles criticar y juzgar cuando te equivocas?

 ¿Te miras y hablas con desprecio?

Lo cierto es que el diálogo interno que mantenemos con nosotros mismos condiciona altamente nuestra vida.

¿Qué es el diálogo interno?

El diálogo interno esa conversación interior que mantenemos con nosotros mismos (en “voz baja”, “dentro de nuestra cabeza”), aunque en ocasiones también lo hacemos en voz alta.

Tipos de diálogo interno

Esa voz que habla en tu cabeza y que escuchas tantas horas al día, puede ser amable, comprensiva, apoyarte, motivarte, no juzgarte, etc. o puede ser hostil, insultante, crítica, desmotivante, despectiva, culpabilizadora, etc.

¿Cuál es el tuyo la mayor parte del tiempo?

Así piensas, así sientes

Este diálogo interno influye directamente en nuestro estado de ánimo. Fíjate: si alguien que es influyente para tí (ejemplo: tu mejor amigo, tu pareja, etc.) te habla con amabilidad, sin juzgarte, con amor, apertura y aceptación, entonces lo habitual es que te sientas con confianza, con seguridad, tranquilo, etc. Sin embargo, si esa misma persona te habla desde la crítica, la hostilidad, el desprecio, etc. entonces muy probablemente te sentirás inseguro, intranquilo, inquieto, molesto, etc.

Pues bien, la persona más influyente en tu estado de ánimo eres tú, ya que un pensamiento negativo genera una emoción del mismo estilo. Y la persona a la que más escuchas a lo largo de tu vida, eres tú. Así que imagínate la importancia que tiene la manera en cómo te hablas. Si te hablas (piensas) con amabilidad y comprensión, tu estado de ánimo y la percepción que tienes de ti mismo será muy diferente a si te hablas desde el desprecio y la hostilidad.

Estas son algunas cosas comunes que nos decimos (y ejemplos de diálogo interno negativo):

  • Todo me sale mal. Soy un desgraciado.
  • Nunca hago nada bien. Soy una inútil.
  • Todo me pasa a mí, soy la persona con menos suerte del mundo.
  • No valgo para nada.
  • ¿Cómo he podido hacerlo mal otra vez? Soy un estúpido.
  • Si no consigo un trabajo acorde a mi formación, habré fracasado en la vida.
  • Odio mi cuerpo.
  • Normal que nadie me quiera, no me soporto ni yo.
  • Siempre igual, arruino todo lo que hago.
  • No soy suficiente para ese cargo/ pareja / sueños/ etc.
  • No sé para que lo intento, siempre fracaso.
  • Soy vaga / fea/ desordenada / cualquier calificativo negativo.
  • Siempre he sido un desastre / un imbécil / cualquier calificativo negativo.

Y dime, ¿quién es la persona que te dice todas estas cosas? ¿Eres tú u otra persona externa? Entonces… ¿quién te trata peor? ¿tú mismo o los demás? Permíteme que te cuente que la persona más importante de tu vida eres tú, así que, ¿cómo vas a tratar a esa persona? ¿quieres ser un tirano o un ser amable y amoroso?

Cabe añadir también que quienes sufren ansiedad, depresión, baja autoestima, etc. suelen tener un diálogo interno negativo.

Ejercicio

A tu mejor amig@ le ha ocurrido algo y viene a contártelo. Elije tus respuestas:

  • Tu amigo/a: Voy a empezar un nuevo proyecto laboral como autónomo, sé que tengo mucho trabajo por delante y eso me asusta un poco pero estoy muy ilusionado.
  • Tú:a) “Ni lo intentes, fracasarás como haces siempre. No va a salir bien. Ya sé de qué proyecto vas a hablarme y dudo mucho que te vaya bien con eso”.b) ¿Sí? ¡Qué bueno! Imagino que será algo ambicioso pero con tus ganas y capacidades lo conseguirás.
  • Tu amigo/a : “Había estudiado muchísimo y aún así he suspendido el examen, me siento muy decepcionado”.
  • Tú : a) “Normal que hayas suspendido, eres un inútil”; b) vaya…lo siento, imagino que no te sentirás muy bien… qué injusto, sé que te habías esforzado mucho estudiando y realmente te merecías aprobar. Pero, ¿sabes? Muchas veces los exámenes son excesivamente difíciles o retorcidos. Así que creo que esto no dependía de ti.
  • Tu amigo/ a: “He decidido que voy a dejar mi trabajo para dedicarme de lleno a la música”.
  • Tú: a) “¿Dedicarte a la música? Pero si no tienes talento. Y además de eso no se vive. Te vas a dar un batacazo…”b) Te apoyo 100%. Me alegro mucho de que hayas decidido dedicarte a lo que realmente te gusta y te hace feliz, te lo mereces. Sé que le pondrás mucho corazón a todo lo que hagas así que no me cabe duda de que va a salir bien.

Imagino que tu mejor amig@ es alguien a quien quieres y cuidas, y por eso seguramente tus respuestas encajan más bien con las b). Pero ahora te planteo lo siguiente: ¿y si te sucedieran a ti estas situaciones? Aquello que te dirías, ¿con qué estilo de respuesta encaja más? Y sobre todo… ¿por qué te hablas así a ti mism@, a la persona más importante de tu vida?

Hablarnos habitualmente de forma despectiva u hostil afecta a la percepción que tenemos de nosotros mismos,a nuestras emociones y a nuestra autoestima, así como a lo que hacemos o dejamos de hacer. Por ejemplo, quien habitualmente se dice que es una persona válida y con capacidades, tiene más probabilidad de intentar hacer un nuevo proyecto y que le salga bien; quien se dice a sí mismo que “es un fracasado, que no vale para eso, que no le va a salir bien, que no puede, etc.” entonces directamente ni emprenderá tal proyecto y vivirá siempre conformándose con lo mínimo.

¿Y de dónde vienen esos pensamientos? ¿Esas creencias acerca de nosotros mismos?

Como la de “no le caigo bien a la gente”, o “no soy suficiente”, “no valgo para esto”, “no puedo”, “soy la última a la que tienen siempre en cuenta”, etc.

Pues estas creencias o pensamientos acerca de nosotros mismos, que tenemos grabadas y que nos repetimos habitualmente, vienen de aprendizajes desafortunados. Situaciones donde hemos aprendido esto, bien porque lo deducimos de la forma en que nos trataban de pequeños, bien porque alguna vez algo no salió bieny generalizamos, etc.

Pongamos algunos ejemplos:

a) Si tu madre te ha venido diciendo desde pequeño que eres un desastre, aunque se refiriese solo al orden y limpieza de tu cuarto, posiblemente eso se haya quedado grabado y generalizado, de manera que a día de hoy inconscientemente tu vocecilla interna te dice: “eres un desastre, ni lo intentes, porque como eres un desastre esto no te va a salir bien”.

b) Durante un momento de tu vida, cansado de trabajar como camarero, llenaste todas las tiendas de la ciudad de currículums intentando encontrar un empleo como dependiente. No surgió. Y nunca más lo volviste a intentar porque lo aprendiste en ese momento es que “para ser dependiente no doy el perfil, no valgo o no me ajusto”.

Ejercicio

Te invito a que durante una semana prestes atención a cómo es tu diálogo interno, tratando de localizar aquellos pensamientos sutiles pero inconscientes que te limitan (como los de los ejemplos anteriores).

Primero, anonta cómo es tu diálogo interno la mayor parte del tiempo (amable, comprensivo, no crítico, etc. vs. despectivo, hostil, crítico, culpabilizador, limitante, etc.).

Después, si puedes ir localizando esos pensamientos limitantes y despectivos (ej. “no sirvo para esto”), anótalos.

Cuestiónate si esos pensamientos son verdad o si son una exageración o algo desafortunadamente aprendido y generalizado.

Finalmente, intenta sustituir esos pensamientos limitantes y despectivos por otros más amables y motivadores, reforumulándolos de manera más realista y amable (fíjate en las respuestas del anterior ejercicio de tu mejor amigo y tú). Primero hazlo en el papel, luego presta mucha atención a cuándo surgen en tu cabeza para sustituirlos inmediatamente según aparezcan.

Te pongo aquí algún ejemplo más:

1 )- pensamiento limitante: “soy un espanto”.

– cuestionamiento: ¿no hay nada bello en absolutamente todo mi cuerpo? ¿no hay absolutmente nada que sea atractivo? ¿no hay ni siquiera una manera de arreglarme en la que se me vea más atractiva?

– reformulación: “Me siento triste porque lo que percibo sobre mi aspecto físico no encaja con lo que la sociedad marca como estéticamente bello. Me siento triste y eso no lo puedo evitar, pero sí puedo evitar seguir mirándome con desprecio, decirme cosas hostiles. Y puedo fijarme en que tengo cualidades muy buenas, como por ejemplo…” Analiza esas cualidades, las hay, te lo aseguro.

2) – pensamiento limitante: “qué inutil soy…”

– cuestionamiento: ¿no hay absolutamente nada que sepas hacer? ¿leer? ¿cocinar? ¿trabajar? ¿ayudar a un amigo? ¿hacer deporte? ¿cuidar de la casa? ¿nada? ¿realmente eres inútil del todo o solo porque una cosa no te sale ya has generalizado diciendo que eres inútil?

– reformulación: “quizá esto no me ha salido bien pero sé hacer muchas cosas, como por ejemplo…”, “algunas otras cosas que sé hacer a día de hoy también resultaron difíciles de aprender, y al final las aprendí”.

En definitiva…

Tener un diálogo interno de calidad con nosotros mismos implica querernos, respetarnos y confiar en nosotros mismos. Aspectos presentes en una buena autoestima, en una relación sana contigo.

Transmitirnos confianza, amor, comprensión, aceptación, motivación, valoración y respeto a través de nuestro diálogo interno es fundamental para una buena autoestima y relación con nosotros mismos.

El cambio y los resultados

Modificar el diálogo interno no es cuestión solo de una semana, pero claro que se puede hacer. Te lo aseguro. Hace apenas unos años mi diálogo interno era devastador. Tras un par de meses de terapia, se vio modificado totalmente. Se trata de poner atención y arrojar luz sobre cómo es ese diálogo y tener en cuenta los ejercicios que aquí te planteo. Sin duda merece la pena. Hablarte bien es quererte bien. Quererte bien es vivir bien. Incluso tus relaciones externas mejorarán: cuando te quieres bien, no encaja contigo aquel que no te quiera bien. Cuando te hablas bien, sabes hablar bien a los demás e identificas fácilmente cuándo te hablan y tratan bien y cuándo no.

Te invito a que empieces hoy a modificar tu diálogo interno e ir observando qué cambios ocurren en ti y a tu alrededor.

María Rodríguez Avatar Psicóloga
María Rodriguez

Te ayudo a empoderarte contigo misma y con el mundo, ¿quieres conocerme mejor?

Comparte este artículo en:

Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Email
Ir a WhatsApp
Hola 👋
¿En qué puedo ayudarte?